Si podemos aceptar la hipótesis de que todo es orgánico y que el espíritu es una ficción, entonces riqueza es simplemente tener buena salud.
Podemos decir que alguien tiene riqueza desde por lo menos dos puntos de vista:
— Posee un patrimonio valuado en más de lo que posee el promedio de los otros ciudadanos;
— Posee un estado de ánimo que lo hace sentirse realizado, conforme, humanamente feliz.
La mayoría de las personas tiene una visión cartesiana de la realidad (1), esto es, cree que el ser humano está compuesto por dos partes: una material (el cuerpo) y otra inmaterial (espíritu).
Creo que esta premisa es falsa y que se sostiene a lo largo de los siglos porque nos conviene, nos gusta, nos permite creer en fuerzas mágicas omnipotentes, es coherente con la creencia en Dios como padre protector infalible que nos salvará de todo mal en tanto no hagamos algo que lo enoje.
Si pudiéramos desprendernos de esta interpretación fantasiosa de la realidad, tendríamos otra visión de qué significa poseer riqueza.
Con esta interpretación no cartesiana de la realidad, rico es quien tiene satisfechos sus necesidades y deseos con la tranquilidad de que sus futuras necesidades y deseos también serán satisfechos.
Esta situación es orgánica y no tiene nada de mágica ni espiritual ni inmaterial. Tiene riqueza quien posee la salud suficiente para seguir viviendo porque su respuesta a los obstáculos es eficiente, adecuada, oportuna.
Si cancelamos la existencia de algo tan poco explicable como son el espíritu, los poderes mágicos y el libre albedrío, podemos acceder a la riqueza de aceptarnos como somos, sin creernos superiores, sin temerles a otros que necesitan perjudicarnos para también sentirse superiores.
En suma: en un máximo de simplificación, ser rico es tener salud física (porque la psiquis también es orgánica).
(1) Matemáticamente, el cuco no existe
Pienso, luego ... sigo pensando
El dogma del dualismo cartesiano
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