viernes, 7 de octubre de 2011

Monogamia y monoteísmo

El dinero representa una fuente de poder tan grande que puede compararse con un dios omnipotente. Para muchos, aceptar el dinero implica transgredir el monoteísmo predominante en nuestra cultura.

El dinero es la mercancía de mayor versatilidad pero a su vez es la que carece de toda utilidad directa.

El oro, las pieles, los alimentos, también son mercaderías pero si bien no son tan canjeables (permutables) como el dinero, al menos sirven para hacer joyas, abrigarse o alimentarse respectivamente.

Entregando dinero siempre podemos obtener oro, pieles y alimentos, sin embargo no siempre que entreguemos algunas de estas mercaderías podremos obtener dinero u otras que necesitemos oportunamente (combustible, cuidados médicos, vivienda).

Observado desde estas consideraciones (su canjeabilidad), el dinero posee poder total, es omnipotente.

Es por esto que, para quienes poseen una psiquis dispuesta a las creencias religiosas (la mayoría de la población mundial), el dinero tiene características suficientes para ser considerado un dios.

Acá aparece un conflicto: Quienes creen en la existencia de Dios, piensan que existe uno sólo.

Vivimos en una cultura MONOteísta (1). Esa mayoría de seres humanos que creen en la existencia de Dios, consideran que este es uno sólo y que además está terminantemente prohibido rendirle culto a algún otro.

En el mencionado artículo (1) aludía a que nuestra cultura también exige la MONOgamia y eso nos permite inferir (deducir) que creer en la existencia de por lo menos un segundo dios, implicaría una transgresión (infidelidad) a la norma monoteísta y por asociación también una transgresión (infidelidad) a la monogamia.

La suposición inconsciente de que el dinero es un dios dada su omnipotencia, podría explicar por qué se lo desea, luchamos por ganarlo, pero simultáneamente sentimos pudor, recato, y otras resistencias a su uso explícito, llano, sincero, como si se tratara de una relación amorosa clandestina.

(1) Pensamiento monopólico y violencia

●●●

No hay comentarios: