jueves, 6 de junio de 2013

La soledad hormonal




La mujer dejará de estar acompañada cuando la hormona que la estimula a fecundar desaparezca de su cuerpo.

Como les he comentado veces anteriores creo que somos animales igual que los otros aunque con una autopercepción que nos hace creer superiores a las otras especies.

Esa autopercepción (subjetividad) nos induce a creer inclusive historias tales como que el Universo fue creado por un ser infinitamente superior, con quien mantenemos un vínculo especial. Suponemos algo parecido a que ese Ser es como un monarca que nos alhoja en su castillo mientras que el resto de los seres vivos vive alejado del monarca-Dios. Los humanos somos de la realeza, somos cortesanos que vivimos en un palacio mientras que todos los demás seres vivos son nuestros súbditos, viven alejados del palacio real.

¡Si no fuera cómico sería patético!

Pero tampoco olvidemos que puedo ser el único equivocado y que efectivamente existe Dios y que los humanos somos sus hijos elegidos. No lo descarto. Ya me he equivocado varias veces al decir lo que pienso.

Mientras averiguamos quién tiene razón les comento algo sobre la soledad hormonal, hipótesis nueva que algún día quizá se confirme.

Cuando me refiero a la soledad hormonal quiero decir lo siguiente:

Los ovarios segregan hormonas que obligan a la mujer a buscar un varón que la fecunde. Cuando esto sucede ella nunca está sola, recibe mensajes de texto, flores, bombones, acoso sexual, miradas.

Por lo tanto, no es que ella sea encantadora sino que sus ovarios están segregando una sustancia que atrae a algunos varones y también a algunas mujeres.

Esa hormona puede seguir existiendo en el torrente sanguíneo de la mujer aún cuando se encuentre en la etapa post-menopáusica.

La mujer dejará de estar tan solicitada y acompañada cuando esa hormona disminuya o desaparezca de su cuerpo.

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