martes, 5 de abril de 2011

Los pensamientos narcóticos

Algunos mecanismos de defensa funcionan como opiáceos, morfina, endorfina: son pensamientos o fantasías que compensan angustias, miedos, nostalgia.

La delicada amapola es una especie de adormidera (imagen), planta europea de la cual se extrae el opio, sustancia capaz de calmar dolores corporales muy intensos.

Además de esta flor, nuestro Sistema Nervioso Central también produce opio aunque lo llamamos endorfina.

De modo similar, esta sustancia generada por nuestro cuerpo, alivia, calma, modera los dolores.

Se puede pensar que nuestro organismo se vale del dolor para impulsarnos a tomar ciertas acciones (el ardor nos «quita» la mano del fuego, el hambre nos induce a comer, los dolores de vientre característicos nos inducen a evacuarlo).

De esta manera es posible afirmar que el dolor está al servicio de conservar el fenómeno vida durante el mayor tiempo posible (1).

Pero como nuestro organismo está perfeccionado por reacciones que automáticamente intentan regular los desequilibrios que pudieran comprometer la continuidad del fenómeno vida, también tenemos reacciones calmantes que interrumpen transitoriamente el dolor.

Observemos cómo las señales de alarma que hemos inventado, luego de activarse, entran en un período de inactividad hasta que se reanudan si el destinatario no hizo algo para cancelarlas.

A partir de la suposición de que somos únicamente materia (2) (por tanto, no existe mente y cuerpo sino sólo cuerpo con algunas manifestaciones que subjetivamente nos parecen inmateriales, espirituales, etéreas), podemos decir que los pensamientos también tienen algún recurso para auto aliviarse, una especie de endorfina para ideas penosas (preocupación, angustia, miedo).

En una observación superficial, vemos que algunas personas dedican todo su esfuerzo a enriquecer ... como forma de aliviar su miedo a la ruina económica, otros se obsesionan cuidando la salud como forma de aliviar su hipocondría, otros creen en Dios como forma de compensar la pérdida de la protección familiar.

(1) Vivir duele

(2) Los dioses y el sistema inmunológico

Mi corazón segrega mucho amor por tí

Qué es el inconsciente

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