Con lógica psicoanalítica, los seres humanos no funcionamos
bien en un régimen paternalista que nos mantenga infantiles, inmaduros,
subdesarrollados.
Desde mi punto de vista, los pueblos que viven
en regímenes comunistas (Cuba y Corea del Norte), viven pacíficamente, con
recursos uniformemente escasos, mientras que el resto de los pueblos, quienes
vivimos en regímenes capitalistas, vivimos ansiosamente, con recursos que la
mayor parte del tiempo son muy abundantes, aunque a veces padecemos profundas
crisis durante las cuales sufrimos dramáticas escaseces.
Una de estas crisis ocurrió en el año 1929, en
Estados Unidos y eso estimuló repensar, reformular el capitalismo.
Después de la Segunda Guerra Mundial, que tuvo
como una de las causas principales el malestar que produce la despareja
distribución de los recursos del capitalismo, algunos políticos pensaron que
era hora de que los gobiernos intervinieran para evitar nuevos estallidos
sociales que provocaran una tercera guerra.
El esfuerzo dirigido a evitar las profundas
desigualdades entre los seres humanos nos mantuvo ilusionados durante varias
décadas.
En 1945 comenzó a funcionar en Inglaterra lo
que se denominó Estado de Bienestar, consistente en la intervención del Estado
en la distribución de la riqueza generada por los trabajadores.
Si lo observamos con objetividad, el Estado de
Bienestar no fue otra cosa que la oficialización de la política del mítico
Robin Hood: quitarle a quienes tienen más riqueza para repartirla entre quienes
tienen más pobreza.
Esta intervención estatal generó grandes
beneficios que hicieron pensar en que los males económicos habrían terminado
para siempre.
Sin embargo no fue así. Los trabajadores
perdieron interés, la producción comenzó a disminuir y las crisis economías
reaparecieron.
Con lógica psicoanalítica, los seres humanos
no funcionamos bien en Estado de Seguridad, de protección superior (Estado o
Dios), artificialmente aliviados de la incertidumbre, en un régimen
paternalista que nos mantenga infantiles, inmaduros, subdesarrollados.
(Este es el
Artículo Nº 1.648)
●●●
No hay comentarios:
Publicar un comentario