jueves, 4 de octubre de 2012

Los colaboradores del «hijo predilecto» de Dios



      
Algunas personas atraen colaboradores haciendo creer que Dios los ayuda especialmente. Esos colaboradores trabajan gratis porque querrían acercarse a Dios.

La publicidad testimonial es la que incluye en el mensaje la expresión favorable de alguien que dice conocer el producto.

Los destinatarios del mensaje sentimos que «si esa persona igual a mí, expresa conformidad por el producto, seguramente yo también habré de sentirla».

Forma parte de nuestro razonamiento inspirado por la publicidad testimonial, pensar algo así como «si esa persona lo probó y me lo está recomendando, ahora tengo información confiable sobre la mercancía».

De más está decir que si esa misma información la recibimos personalmente de una persona conocida (publicidad boca-a-boca), nuestra confiabilidad quizá sea mayor, aunque no está de más recordar que «las personas que aparecen en la tele, son importantes, lo cual compensa el hecho de que no la conozcamos personalmente».

A veces la publicidad testimonial refuerza el efecto utilizando para el anuncio a alguna figura por todos conocida, quien se muestra como alguien que conoce lo que ofrece y por eso nos asegura, poniendo en juego su prestigio, que podemos comprarlo confiadamente porque él lo usa en su casa.

En lo que refiere a cuestiones de prestigio, recomendación, confiabilidad, quería comentarles algo bastante sutil, de funcionamiento inconsciente y muy común.

Quien se muestra como muy agradecido hacia Dios, exhibiendo su gratitud con especial notoriedad, está generando un efecto favorable hacia sus propios intereses.

Según sea su habilidad, puede estar sugiriendo que Dios lo ayuda muy especialmente, que si no para de agradecerle es porque cuenta con el privilegio de ser un «hijo predilecto».

Este supuesto «hijo predilecto» atrae «colaboradores desinteresados» haciendo creer que Dios lo ayuda especialmente. Esos colaboradores lo ayudan gratuitamente porque querrían acercarse a Dios o al menos, ser amigo del amigo de Él.

(Este es el Artículo Nº 1.687)

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