jueves, 14 de octubre de 2010

Rezo para que deseen satisfacer mi deseo

Los neuróticos somos personas que nos llevamos mal con el deseo porque somos arrogantes, orgullosos, jactanciosos.

El deseo es un impulso muy fuerte que nos lleva, por ejemplo, a pedirle a la madre de un amigo que nos invite a cenar porque el perfume que sale de su cocina es totalmente subyugante y aunque podemos sentir anticipadamente el sabor en la boca, quizá hasta con un poco de vino rosado a 7º de temperatura, preferimos abstenernos por miedo (que podemos llamar vergüenza pero es miedo).

¿Por qué “miedo”? Porque (los neuróticos) creemos:

- Que ceder al deseo equivale a caer en una tentación diabólica que puede llevarnos a la ruina en breve plazo ya que este es un artilugio del diablo para apoderarse de nuestra alma en su eterna lucha con Dios;

- Que la señora puede burlarse de nuestra gula;

- Que nuestro amigo luego podrá pedirnos que lo invitemos a cenar en nuestra casa cuando sabemos bien que a nuestra madre la ponen de muy mal humor los invitados sorpresa;

- Que si de esa comida proviene un perfume tan maravilloso, quizá contenga ingredientes nocivos ya que es por todo neurótico conocido que lo que gusta mucho hace mal o engorda;

- Que la señora después le comentará a nuestra madre y que ésta nos recriminará en un ataque de furia recargada de celos;

- Porque esperaríamos hasta último momento que la dueña de casa tuviera la iniciativa de invitarnos para poder decirle que no, luego recibir la insistencia con la misma negativa para terminar aceptando como a regañadientes cuando se produzca la tercera.

En suma, los neuróticos nos sentimos muy vulnerables ante las manifestaciones de nuestro deseo y pretendemos satisfacernos logrando que los demás hagan lo que anhelamos pero sin que ellos sepan que nos complacen. En el caso mencionado, preferimos que la cocinera maravillosa exprese su deseo de tenernos como su comensal para poder darle trámite sigilosamente a nuestro deseo de quedarnos a cenar.

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