martes, 16 de noviembre de 2010

«Estoy ½ ciego»

Desearíamos tener todo claro pero la realidad se empecina en mostrarnos que casi todas las cosas que nos rodean tienen aspectos positivos y negativos.

Algunas personas, hartas de esta falta de claridad con la que se nos expresa la realidad, optan por agregar nitidez artificial a sus percepciones.

¿Cómo lo hacen? Simplemente eliminando los datos conflictivos:

Ejemplo 1: Creer en Dios tiene la ventaja de que me saco de encima el problema de que algún día me voy a morir. Creyendo en la reencarnación «sé» que la muerte que me angustiaba es simplemente un cambio de estado. Elimino el «dato conflictivo» de que no existe ninguna prueba de que la reencarnación exista.

Ejemplo 2: Creer en la omnipotencia de la Medicina (1) tiene la ventaja de que la vulnerabilidad de mi cuerpo está compensada por una especie de «seguro contra todo riesgo». Elimino el «dato conflictivo» de que una simple gripe sólo se cura haciendo reposo el tiempo que sea necesario.

Ejemplo 3: Suponer que los vínculos pueden ser conservados a pura fuerza de voluntad me permite suponer que las personas que quiero y necesito sólo me abandonarán si yo lo permito. Elimino el «dato conflictivo» de que los sentimientos son autónomos y de que los intentos de control no pasan de ser manipulaciones, engaños y artimañas que nada tienen que ver con el amor que pretenden defender.

Conclusión: ¿Cuál es la salida entonces? Probablemente aceptar que nuestro cerebro percibe la realidad con características conflictivas entre sí y fortalecer la tolerancia a la frustración que eso nos provoca.


(1) Esta idea está ampliada en el artículo titulado Estoy casi bien.

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