lunes, 15 de noviembre de 2010

Los tres poderes

El sábado 7 de marzo de 2009, publiqué un primer artículo con el tema instinto de poder o apoderamiento, con el título Los instintos ¿están para ser reprimidos?

Como siguen apareciendo nuevos enfoques que merecen ser compartidos con ustedes, hoy les comento que el poder se manifiesta de tres maneras:

1) Muy a menudo imaginamos tener la posibilidad de cancelar definitivamente las molestas necesidades y deseos. Imaginamos un poder ideal, perfecto, total. Creer que alguien lo tiene (Dios) es una forma de disfrutar con esa fantasía y suponer que Dios es nuestro aliado, es aún más placentero.

2) Otra manifestación del poder es aquel que se nos presenta o que presentamos a otros como potencial. Tanto podemos decirle a alguien que si cumple con determinado desempeño utilizaremos nuestro poder para gratificarlo, como que —de lo contrario—, lo utilizaremos para castigarlo.

3) Finalmente está el poder que efectivamente tenemos y aplicamos para obtener lo que necesitamos de los demás. El dinero es un medio propio de nuestra cultura. Con él nos apoderamos de los bienes y los servicios que otros venden y premiamos o castigamos ciertas conductas.

Nota curiosa: la palabra «venal» tanto se refiere a nuestras «venas» como a la condición de ser «vendible o sobornable». Este doble uso me sugiere que entre «dinero» y «aparato circulatorio» imaginamos alguna asociación más sutil que la expresión «dinero circulante».

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